Las ofertas inmobiliaria, pueden a llegar a ser tentadoras, en la actual situación económica española. Miles de inmuebles siguen formando parte de un inmenso stock inmobiliario de los principales bancos. Un stock, que urge sacar a la venta reduciendo precios al máximo posible. 
No podemos asegurar que la vivienda esté en mínimos históricos, en relación a su precio de venta, pero si podemos afirmar que en muchos casos los precios de acceso a compra de vivienda nueva son bastante interesantes. 
Sobra decir que la financiación ofrecida por los bancos es escasa o casi inexistente, mientras que los ahorradores pueden disfrutar de un buen momento para comprarse una vivienda nueva o de segunda mano a precios bastante ajustados. 
Por su parte, las costumbres de muchos países europeos, no han llegado al mercado inmobiliario español. Muchos de estos países apuestan mucho más por el alquiler de una vivienda, antes que por la compra. 
Seguramente harían falta una serie de medidas o nuevas, leyes estatales para fomentar el alquiler mas que la compra, consiguiendo salir de un mercado comprador-vendedor sumamente especulativos. 
Da auténticos escalofríos el pensar en meterse en una hipoteca a 30 años, con recibos mensuales, incluyendo recibos en las pagas extras y no poder hacer frente a los pagos, ya que el mercado laboral no está a la altura de abastecer perfectamente de un empleo y por supuesto de una economía estable. Quizás sea mucho mejor el alquiler a precios distintos a los que vemos, apuntando hacia una serie de pisos protegidos con pagos mensuales, en referencia a los ingresos familiares. Seguramente la especulación tanto en venta como en alquiler desaparecería por completo. 
¿Quién será el responsable de todo esto?