La guerra del pasivo entre entidades bancarias para captar el dinero de nuevos clientes, sobre todo ofreciendo depósitos cada vez más rentables, es una realidad dentro del mercado financiero español, aunque los resultados no son los esperados.
En el pasado mes de junio de 2011 el dinero invertido en depósitos sumó un total de 1.425.721 millones de euros, siendo el nivel más alto de 2011, mientras que en el mes de septiembre, los ahorradores comenzaron a retirar el dinero de los depósitos hasta situarse el total de los depósitos en 1.39.637 millones de euros, lo que significa una reducción de 33.084 millones de euros.

Las bajadas del euro y los serios problemas económicos europeos, han dado la voz de alarma a los inversores, planteándose muy seriamente conseguir otras rentabilidades como las que están ofreciendo la deuda pública mediante letras del estado.
Los altos rendimientos que ofrecen la deuda soberana y el mínimo de inversión, desde los 1.000 euros son alicientes más que suficientes para que los bancos pierdan clientes en sus depósitos bancarios, pero finalmente les queda la única alternativa de subir sus intereses para ser más competitivos.