Hasta finales de los 80 y principios de los 90, comprar un vehículo diesel era algo más caro que uno de gasolina, pero suponía directamente un gran ahorro en combustible y a su vez conformarse con un automóvil menos potente que los modelos de gasolina.
Salvando algún  detalle, comprar un vehículo diesel era la mejor manera de conseguir un gran ahorro. Con el paso del tiempo llegaron modelos más potentes con nuevas tecnologías, como motores common rail que nada tenían que envidiar a los potentes propulsores de gasolina.

Con los últimos datos sobre los precios del combustible en España, de nuevo vemos un giro en todas estas tendencias. Los automóviles diesel y los de gasolina ofrecen las mismas prestaciones en sus motores, mientras que en el apartado: coste de combustible, la cosa se ha igualado casi por completo.
A primeros de este mes de noviembre de 2011 el precio de la gasolina se sitúa en 1,305 euros y el diesel en 1,295 euros, lo que significa 1 solo céntimo de diferencia, por lo que llenar un depósito de gasolina de 55 litros cuesta 71,7 euros frente a los 71,2 euros en diesel.